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Casas con jardín: ¿Son realmente más caras de mantener?

Con la llegada del buen tiempo, y especialmente tras el confinamiento que vivimos en 2020, muchas familias se han replanteado el modelo de hogar en el que quieren vivir y su ubicación. Esto ha desencadenado un repunte en la demanda de casas unifamiliares y residenciales con jardín fuera de los núcleos urbanos.

Es sencillo imaginar que, por lo general, este tipo de inmuebles se cotizan a un precio superior al de las viviendas en bloques de edificios, pero esta diferencia puede no ser notable si se comparan con áticos, dúplex, o pisos con espaciosas terrazas ubicados en el centro de la ciudad.

Así pues, si la diferencia en el precio de compra no es tal, sólo nos queda valorar si los costes de mantenimiento son realmente mayores o si merece la pena dar el salto al extrarradio.

En primer lugar, debemos considerar que los consumos de luz y calefacción en invierno suelen ser superiores en una vivienda unifamiliar a los de un piso a igualdad de metros cuadrados, pues las pérdidas de temperatura son mayores, pero esto dependerá en gran medida de los hábitos de consumo y del nivel de aislamiento de la construcción.

Sin embargo, el hecho de vivir en una casa independiente en lugar de en un edificio nos ofrece la posibilidad de contar con una instalación de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo, lo que reducirá notablemente nuestra factura de la luz.

Por contra, en verano, las casas de campo y los chalets suelen contar con mejor ventilación que los pisos, pues suelen disponer de numerosas ventanas y ventanales con distintas orientaciones que permiten crear corrientes naturales de aire y prescindir del aire acondicionado durante muchos días del verano.

En cuanto al jardín, propiamente hablando, bien es cierto que si queremos contar con un espacio verde donde respirar, tomar el sol o disfrutar de una velada estival, deberemos gastar una buena cantidad de dinero en agua de riego, pero si somos capaces de prescindir de ese agradable olor a hierba fresca por la mañana, una alfombra de césped artificial, un solarium de grava o un patio de hormigón impreso nos ahorrarán muchos gastos de mantenimiento.

En último lugar, por lo que los gastos de mantenimiento de la piscina se refiere, bien es cierto que, tanto mantener el agua limpia durante todo el año con un sistema de depuración, como vaciarla, limpiarla y volver a llenarla cada verano, supondrá un coste significativo, pero siempre será infinitamente menor de lo que pueden llegara a ser las derramas de una comunidad de vecinos si se cuenta con piscina comunitaria, ascensores o garaje.

Así, como podemos ver, aunque el hecho de vivir en una casa con jardín nos puede acarrear una serie de cargas económicas adicionales a las de vivir en una comunidad, en realidad éstas no tienen por qué ser tantas ni tan superiores si elegimos bien el inmueble en el que queremos vivir, para lo cual es fundamental contar con el asesoramiento experto de un agente inmobiliario.

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